Todos piensan que soy un hombre indestructible que no tiene ningún
sentimiento y paso todo mi tiempo averiguando y descubriendo nuevas formas para
ser aún más fuerte de lo que ya soy. Qué bueno sería si todo fuera verdad, las cosas serían más fácil para
mí, las muertes no me importarían y dejaría de ser un humano. Que gran vida tendría si todo esto fuera
verdad.
Pero la verdad y la
única de todo esto es que yo no soy más que un hombre que tiene miedo de morir
y me atrevo a decir que mi mayor miedo es estar solo. Aquella soledad que no te
deja pensar en nada más, aquellas memorias, todas las felicidades pasadas.
Estar solo es caer en la locura misma y dejar que ella te de un abrazo, muchas
veces me ha pasado de estar completamente solo y pensar en infinidades de
conversaciones que me gustaría dar. Pero a pesar de tener miedo sigo, porque si
parara moriría y no le encuentro gracia a eso.
Gracias a mi trabajo supero el miedo día a día, solo porque
viví la horrible experiencia de actuar con miedo. Por esa experiencia
aprendí también a estar solo y no tener
ningún compañero. Esta es una historia
triste para recordar, creo que necesito un vaso de vodka. Podre tener mil
recuerdos de lo paso o inventar mil más, pero solo uno de ello es verdad y creo
saber cuál lo es.
Su nombre era Helena Harper, no tendría más de 25 años, una
chica muy buena con el manejo de las armas y con el cuerpo. Pelo corto, castaño
oscuro, ojos comunes, una chica más con un pensamiento de salvar a esta
nación. Lástima que se guiaba por sus
sentimientos y que aquel pensamiento la iba matar, la nación no reconoce a
nadie, excepto a los idiotas que la salvan, por supuesto yo era uno de ellos. Creo
que no es un buen ejemplo tampoco el mío.
Se nos asignó una misión fácil, proteger archivos importantes
de última edición. Archivos muy
importantes, para que se den cuenta haría que Estados Unidos entrara en una
crisis social, política y en una depresión que no sería capaz de salir. ¿Por
qué dije que era fácil? Bueno solo era transportar el archivo, a pie, hacia una empresa que está a doce cuadras de
la casa blanca. Si, fácil para mí que tengo experiencia en transportar, ya lo
hice con la hija del anterior presidente, pero no creo que esa misión era de
transporte.
, ¿Por qué no puedo
olvidar ese momento? Ahora estoy cayendo en un estado depresivo que hasta a mí
me sorprende. 11 de septiembre, que mala fecha,
algunos dicen que no es la más recomendada para salir a caminar, todo
fue demasiado rápido para que pudiésemos darnos cuenta. Como sea nuestra misión era bastante fácil nada
fuera de lo normal, es más teníamos pocas balas y una pistola, no había ningún
riesgo en la misión… En mi oficio te
enseñan que lo normal es más anormal que cualquier cosa y esta era una de
ellas.
-Mi nombre es Helena mucho gusto.- hablo ella primera, se ve
que quería establecer algún tipo de conversación, a mí por supuesto no me
importaba, ya que sería la primera y última vez que la vería. Ya estábamos
caminando nuestra primera cuadra afuera de la casa blanca.
-Mi nombre es Leon, el gusto es mío. – lo dije con un tono
despreocupado.
-Supongo que esto será fácil, ¿no?- ya estaba entrando en
dudas, ah sería una carga tener que lidiar con sus nervios y más porque es una
chica y para ser sincero ya intente ser amable con una chica y ahora solo juega
conmigo.
-No te preocupes por nada, son solo doce cuadras no es
mucho.- en se momento nuestras caras importaban mucho, no podíamos tener cara
sospechosa o con nerviosismo, sino llamaríamos la atención de las personas. Lo
que me extraño es que había más personas en la calle que en otros días, eso era
sospechoso. La notaba a ella nerviosa y preocupada, era
helena la que tenía los archivos en un chip en su cartera, así que la
tranquilice. –Hey será mejor que actúes normal, no creo que todas estas
personas sean una coincidencia, si es así será mejor que te relajes,
¿entendiste?- ahora que me doy cuenta mis palabras no ayudaban mucho, pero la
tranquilizo, bueno eso me hacía creer.
-Perdón- actuó con una cierta madurez su edad, bueno era de esperarse. En ese
momento, en la tercer cuadra, estábamos
cruzando una calle angosta, sucia y con 3 personas adelante nuestro, donde había un callejón,
escuchamos un grito de una mujer, Helena sin pensarlo corrió hacia el origen
del grito, son los archivos en su cartera, atravesando el callejón ancho y
llegando hacia una fábrica abandonada. Yo por supuesto no la podía dejar atrás,
todo era una trampa, antes de correr detrás de ella, mira la reacción de las
personas que había y ninguna de ellas se paralizo por semejante grito. Su falta
de experiencia nos iba a meter en un gran problema.
La fábrica era enorme, vidrios rotos en el piso y pequeñas
puerta para entrar. Helena corrió adentro esperando poder salvar alguien, pero
que inútil se habrá sentido cuando se dio
cuenta que la mujer que supuestamente había gritado era nada más y nada
menos que una mentira.
A todo esto nosotros
ya habíamos cruzado el pasillo principal hacia un cuarto enorme con máquinas, y
en el medio había un hombre. Que diabólico que fue, su sonrisa era tenebrosa,
su pelo peinado para atrás, usaba un traje, alto como 1,87, delgado, tez
blanca. Recién podía distinguir su cara. Helena estaba unos metros más adelante que yo y a pocos del
hombre, si yo me sentía impresionado como se habrá sentido ella.
El tiempo se paró, todo se congelo, pude ver absolutamente
todo lo que tenía a mi alrededor; maquinas sucias, ratas, un piso lleno de
agujeros, charcos de agua y grasa, los vidrios rotos dejaba pasar la luz del
sol, varias puertas, escaleras hacia arriba, válvulas, vapor saliendo por los
caños, helena con sus brazos extendidos y la cartera en su hombro, sus pies y pude ver
el arma que llevaba consigo en el pantalón.
Mientras tanto el hombre desconocido no dejo de sonreír, tuve
miedo, tengo que admitir que el grito me
impresiono mucho, pero verlo a él con su palidez de muerto era más impactante.
El tiempo volvió a su normalidad y el hombre abrió la boca.
-Hola, ¿Qué hacen acá? De seguro vinieron para que les robe
¿Cómo se llaman? Ya lo sé, Que linda chica que tengo enfrente mío, y ¿aquel es
tu novio? Claro que no, que pena. – el hombre se contestaba a el mismo, era
claro que estaba loco, pero sabía quiénes éramos y que teníamos. Helena se
quedó callada, creo que me dio rabia ver como ella nos había metido en todo
este problema y no era capaz de contestar, así que lo hice yo.
-No te preocupes ya nos íbamos- me acerque a Helena, sacando
mi arma y teniéndola en la mano.- será mejor que retrocedas si no quieres salir
herido- mire hacia las escaleras esperando una emboscada, pero no, no había
nadie más que el- Helena retrocede- lo hizo.-Ahora tu será mejor que no te
metas en nuestros caminos. El solo se rio… ahora mismo maldigo su risa, la odio
hasta el día de hoy odio su infernal risa. Su boca aún más grande, las
carcajadas, su eco, la forma en que se movía para reírse. Eso daba más miedo, pero si yo no demostraba ser fuerte
¿quién lo iba hacer? Helena, ja sorprendentemente ella estaba tranquila, dentro
de todo.
-Lo único que quiero es tu cartera- miro a Helena fijamente- ahora amor si no me das lo que quiero voy a matarte… y no va hacer de la mejor
forma.-Helena retrocedió unos pasos y saco el arma que tenía. Yo mientras que
Helena retrocedía yo avanzaba hacia él.- tu niño lindo deja de jugar con ese
arma- por un momento pensé en dispararle y hacer que todo esto se acabe, pero
mi curiosidad era más fuerte que yo.
-¿Quién sos?- dije con un tono seguro, aunque no lo sentía.
-Yo… yo soy tu peor pesadilla, y te aseguro que si no me das
el archivo voy a matar a la chica…- él se rio. Como me hubiera gustado haber
entregado los archivos y dejar que todo se vaya a la basura o haber tenido el
valor de volarle la cabeza. Empezó a caminar hacia atrás, esta vez sus pies se
torcían y no era normal, todo el movimiento era exagerado, sus manos, sus pies,
la cabeza la giraba de un lado hacia el otro, empecé a sospechar que era un
regenerador pero lo deje por la forma fluida que hablaba, esos bichos no pueden
ni siquiera decir una palabra con coherencia.
Se dio vuelta para mirarnos a nosotros, ahora si empieza lo terrorífico.
Sus ojos brillosos y con una mirada de asesino, su boca creció mas ahora iba de
oreja a oreja, sus dientes como los de un animal, el pelo creció, sus manos se
hicieron más largas y con uñas filosas.
-!¿Qué demonios está pasando?¡- nunca tuve que haber dicho
esas palabras, Helena empezó a disparar, yo por imprudencia también, solo quería
que esa cosa muriera. Pero no, como si
nada seguía caminando, tenía sangre en todos lados por las balas, pero siguió
caminando con deformidad y más despacio hacia nosotros, esto daba mucho miedo.
La luz del sol se oscureció, parecía que una nube la tapaba y todo comenzó a
ser gris, lo oscuro del cuarto que antes
podíamos diferencia ahora era negro, lo claro ahora era gris y nos dejaba un
poco visibilidad. Los tiros alumbraban a segundos el cuarto, como un rayo.
Ahora el desconocido
estaba lleno de sangre, y para empeorar las cosas empezó a correr con muchísima
velocidad, cuando se nos puso enfrente, Helena se había quedado sin balas, la
tiro para el lado izquierdo, mientras que yo lo tenía frente a frente. Abrió su
boca, dios estaba bloqueado, que suerte que me quedo una bala y la utilice para
volarle el cráneo… pero nada, se cayó. Fui corriendo hacia Helena y la tome de
la mano, ella estaba igual que yo, asustada, vimos como el hombre se levantó
como si nada y empezó a gritar, dios no sabía que me daba más miedo sus gritos
o su risa.
Ya no habíamos quedado sin munición, las armas que teníamos no
nos servían para nada. Helena me hizo una seña para que corriéramos, fue en ese
momento que empezó la persecución. Corrimos por una de las aberturas de la
pared, para irnos a la puerta principal y salir de esa horrible fabrica. Todo estaba
roto, el piso degastado, el pasillo en si era una mugre, podíamos escuchar los
pasos del hombre, primero rápido y después cada vez más despacio. Cuando mire hacia
atrás no vi a nadie, pensé que se había ido, pero cuando gire mi cabeza lo vi en la puerta, el hombre estaba allí, con
su sonrisa, nos detuvimos de inmediato. El tiempo otra vez se paró, él estaba allí
parado como si nada, mirándonos con esos ojos y su maldita sonrisa en su rostro
todo lleno de sangre. A metros de irnos
y no verlo nunca más, a metros de la
libertad, todo era una pesadilla, ya no podíamos salir por la puerta, deberíamos
encontrar otra salida o mejor aún probar sus habilidades de lucha y ver qué tan
bueno era, el miedo no me dejaba avanzar pero aunque tenga miedo lo voy hacer
igual.
Helena vio como me prepare para pelear y ella hizo lo mismo,
los supimos que teníamos que hacer. Corrimos hacia él, ahora con nuestros
puños, él se rio, por un momento pensé en parar y pensarlo de nuevo, pero ya
era tarde. Lo tenía enfrente de mí, le pegue con la pierna en sus pies para que
se cayera, pero no, él se mantenía en pie, Helena tomo una madera y se la partió
en el hombro, tuvo que saltar para hacerlo. Comenzamos a golpearlo, el cada tanto se defendía
esquivando nuestros golpes, pero seguí en el mismo lugar, aunque sangrara por
los golpes él se mantenía igual. Era imposible
que sea un humano, tampoco un B.O.W, entonces ¿Qué demonios es? Helena estaba
cansada yo igual, nos miramos y le pegamos una patada entre los dos, al fin se cayó,
teníamos la puerta libre para correr e irnos, así que lo hicimos, cuando estábamos pasando la puerta el demonio,
o lo que sea que es, estiro su brazo y agarro a Helena asiéndole caer con
fuerza y lastimándole la cara, la cartera de helena cayo a mi lado. Yo empuje a Helena afuera, mientras que el hombre
la tiraba adentro, el tiro tan fuerte
que hizo que mis intentos de ayudarla fueran en vanos. El moustro se llevó a
helena por las escaleras. Los gritos de mi compañera, desesperada por ayuda
eran una agonía. Saque mi celular e intente llamar por apoyo, pero nada, ni una
triste señal. Yo tenía dos opciones ir
ayudarla o irme con el archivo, deje pasar la segunda opción como si nunca la
hubiera pensado, tome el archivo lo guarde en mi pantalón y tire la cartera.
Estaba yo solo, con la luz del sol pasando por los vidrios
sucios, escuchando los gritos de mi compañera, subiendo escalón por escalón,
esperando que el hombre se fuera. Ya arriba del pasillo superior vi que el no estaba en ningún lado, los gritos de helena
cesaron, corrí hacia el cuarto donde creí escuchar a Helena. Había manchas de sangre
en la pares del pasillo, herramientas tiradas, grasa en el piso y el techo goteaba,
la luz del día no alcanzaba a entrar. Saque mi pistola, la cual estaba
descargada y prendí la luz de la misma. Cuando abrí la puerta estaba ella con un
cuchillo en su mano.
-Aléjate… sal de aquí.- estaba alterada, y con sangre en su
cara, tenía rasguños en sus manos, se ve que había forcejeado con él.
-Tranquila- baje mi arma- hay que salir de aquí, rápido- me
acerque a ella
-Atrás, voy a matarte, asesinaste a mi compañero, no te lo
voy a perdonar.- ¿Qué rayos está pasando?
-Helena, mírame soy Leon, yo soy tu compañero, esa cosa va a
venir hay que largarnos de aquí ahora.- empezó a llorar, no sé lo que está
pasando, pero sea lo que sea afecto a Helena.
-Sé que voy a morir, lo sé, pero no quiero morir porque
alguien como vos me va a matar, perdón Leon
no pude ayudarte en nada, fui un estorbo para vos- coloco el cuchillo en su cuello y sin nada más
que decir se suicidó.
- ¡Helena! No…- todo fue silencio después de eso. Su muerte partió
toda regla de lógica que me quedaba, ahora todo era anormal. Evitaba verla
porque había quedado de una forma horrible en el suelo, todo estaba cubierto de
sangre, todo. Horrible es poco, me puse
triste por su muerte, ahora el que estaba asustado era yo. Tristeza, agonía, desesperación,
ansiedad era todo lo que sentía en ese momento. Y pensar que hace unos minutos todo iba bien,
ella aún seguía con vida hace unos minutos y verla ahora muerta enfrente de mi…
era impensable hace unos minutos.
Ahora estaba yo solo, solo escuchando los ruidos de los conductos, viendo como caía
el agua del techo, sintiendo miedo… estaba yo solo contra algo. Salí del cuarto, ya en el pasillo lo vi,
estaba dado vuelta mirando la pared. Obstruía mi vía de salida, era la única escalera
que había sana. Me quede paralizado al
verlo, así que entre otra vez donde estaba el cuerpo de Helena, cerré la puerta
silenciosamente y me escondí en un mueble que había frente a la puerta, podía ver
todo el cuarto donde estaba. Ya con
miedo y desesperación saque mi celular vi que tenía un poco de señal, escuche
un ruido viniendo de atrás de la puerta, por mi nerviosismo se me cayó el
celular. El lo escucho y entro, vio a Helena tirada en el piso y nada más que
un cuarto vacío… él me estaba buscando. Minutos eternos pasaron hasta que se puso
de perfil y miro el mueblo donde yo estaba.
Su cara, su pelo, sus dientes, todo daba miedo. Acordarme de
esto ahora mismo me da miedo. Solo se quedó mirando el mueblo, pensé que me había
descubierto y que el próximo muerto seria yo, pero no, el solo le paso enfrente
y lo miro desde lo alto. Mientras tanto yo me quedaba paralizado por el miedo. Mi
celular estaba tiraba y yo me agache para recogerlo lentamente, el seguía
mirando el mueble, lo tome en mi mano y simplemente maque el código de
emergencia y lo apague. Este código envía una señal donde revelaba mi ubicación,
estaba seguro que me iban a encontrar, pero… no sabía si vivo. Luego de varios minutos
él se dio vuelta y se fue, no sé a dónde, pero había abandonado el cuarto, era
mi oportunidad para irme. Salí del mueble, no me animaba a irme del cuarto me sentía
más seguro, el cuerpo de helena seguí en el piso, no podía abandonarla o al
menos podía entregarle el cuerpo a la familia. Lo había decidido cargue el
cuerpo de Helena abrí la puerta y no estaba, me acerque hacia la escalera y no veía
rastro de él, baje la escalera lo más silencioso que pude, tenía el cuerpo de Helena
en mi espalda, ella estaba fría y su sangre corría por mi cuello. Cuando estaba
abajo vi por el pasillo que antes habíamos recorrido que estaba en el cuarto en
donde lo encontramos por primera vez, me estaba mirando desde lejos, su sonrisa
y su palidez estaban intactas. Empezó a correr rápidamente y con movimientos deformes
hacia mí, yo pude atravesar la puerta y correr por el callejón por donde habíamos
ingresado. Me di vuelta para ver donde
estaba y el no salió de la fábrica me observaba desde la puerta principal, ahora
sin su sonrisa, el solo estaba llorando…¿Por qué? Cuando mire hacia adelante recién estaban
estacionando los coches del gobierno. Cuando me vieron sacaron sus armas rápidamente
y me dijeron que suelte el cuerpo y que ponga mis manos arriba. Yo obviamente les
gritaba quien era y que no había tiempo, que hay un hombre que teníamos que
matar. Ellos solo se miraron preocupados, hasta que un agente caucásico se me
acerco y me pidió los archivos, era algo muy estúpido, yo tenía un cuerpo en mi
espalda y el solo me preguntaba por los archivos. Tuve mucha rabia en ese
momento, cuando abrí la boca para insultarlo me desmaye. No sé si fue por el peso del cuerpo, por la
rabia o porque mi presión arterial había subido y bajado en un segundo.
Me desperté y estaba en un hospital, mis ojos dolían por la
luz que entraba, todo blanco… había un televisor estaban mostrando la noticia
de la mañana “taparan el callejo abandonado y a cambio destruirán la vieja fábrica
para crear un shopping, las chicas están todas a favor de este fabuloso cambio,
esperamos que las historias urbanas no invadan al nuevo centro comercial de New
Raccoon City”. Lo único que pensé en ese momento fue en tirar una bomba y que
explote toda la maldita fabrica.
Ahora solo quedaba ir al funeral de Helena… ¿Qué fue lo que
le paso? Para el gobierno ella era más que un agente muerto, los archivos están
a salvo, pero bajo que costo.
Nunca supe que le había pasado a Helena en ese momento, no
creo que fuera sus nervios, sino otra cosa ella se guio por sus sentimiento y
termino matándose… no es una buena historia para recordar y más cuando estas
solo en casa, será mejor que apague esta computadora y mire tele hasta que me
quede dormido.
Nunca más cruce por esas cuadras.
(Mensaje de la escritora: Hola :D soy Naomy y les quiero avisar que desde ahora voy a escribir de nuevo. Mis fan fic tardaran al rededor de tres o cuatros días para que los escriba. Michas gracias por el comentario Alexia Wizzard Mullerss por hacer todo lo posible por escribir buenas historias y mas rápido, lamento la espera:)
no tienes porque agradecer lo hago porque en verdad tus historias son muy muy buenas y me gustan mucho! por cierto esta estuvo terrorificamente estupenda!!!
ResponderEliminar:D jajajaj gracias jajaja :D hoy voy a comenzar con otra , gracias jaja la idea era tener miedo (e u e) :D gracias por tu apoyo :) !!!
Eliminarhola,me gustaria mucho que siguieras mi blog:forgotten chronicles ada wong,por cierto me gusto mucho tu blog
ResponderEliminar:D no es nad a:D gracias
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