miércoles, 29 de enero de 2014

¿Y si no fuera?

No quiero pensar cómo se sintieron las familias que dejaron todo atrás.  Sus llantos, cada lagrima, cada cerrar de ojos… todo fue olvidado. Toda la basura fue explotada. Sus hermanos, sus hijos, todo fue quemado por el virus. Pensar en las atrocidades vividas solo me revuelve el estómago. Ver la cara de mis compañeros muertos, reflejada en mis sueños, hace que empiece a pensar en una alternativa.

¿Y si no fuera verdad? ¿Y si esto es un sueño? Solo un amargo sueño, al cual nunca voy a despertar. ¿Y si en realidad estoy muerto?, ¿Por qué yo sobreviví a esas bestias? De seguro estoy muerto y no nunca me daré cuenta. Las cosas pasaron tan rápido que no me di cuenta. Tal vez morí por la bala que recibí o por la explosión, no, de seguro morí por un zombie.

Pasaron dos días luego del accidente, mi jefe nuevo dice que no puedo hablar con nadie de afuera. Estoy encerrado.  Luego de escapar del infierno termino en otro. Pero en este infierno no hay moustros ni zombies, en donde yo estoy hay personas que mienten, engañan y  son hipócritas.

Yo no les tengo miedo a los muertos sino a los vivos. En estas condiciones ya no sé a quién tenerle miedo.
Me miran como si fuera un extraño, creo, es más estoy casi seguro que  sigo siendo humano. Creen entenderme, estudian cada parte de mí, me hacen infinitas pruebas y siguen creyendo comprender. No lo entiendo. Salí a salvo ¿Por qué estoy acá? Cada paso que doy está registrado en una máquina.

Una persona me dijo que tengo que trabajar para el gobierno… ¿Qué clase de trabajo?, ¿Por qué me piden algo así?, ¿Será que solo lo soñé?

Los días pasan y yo sigo en esta celda hecha de vidrio… me ven como una rata a la cual necesitan estudiar. A veces pienso en las cosas que haría si yo estuviera afuera. Y no importa cuántas veces pienso en  lo mismo, siempre será el mismo resultado -“nada”-.

Las noches también pasan, juntos con las horas. Nada cambia sigo estando en el mismo lugar que ayer. Esto es la peor tortura que jamás había recibido, entiendo porque me la merezco. Fui yo quien se metió a la ciudad, pero fui yo quien salvo una vida y con eso estoy satisfecho. A veces quisiera cambiar las cosas. 
¿Sherry dónde está?  Claire se enojaría si ve que ella no esta conmigo.

Hace una semana que no la veo, ¿Dónde la llevaron? Lo único que espero es que este con vida. Sigo preguntándome si estará viva.

Mi desconfianza crece cada vez más, no sé en donde estoy, ¿ellos que quieren de mí? No soy especial, no lo entiendo.  ¿Qué me está pasando? Me siento raro tengo ansiedad.  Alguien entro a mi habitación.


Un oficial hablo conmigo me dijo que dentro de unos días un general iba a tener una reunión conmigo.  Solo falta esperar unos días.

¿Qué hago en este cuarto? Ya pasaron los días. Estoy solo enfrente de una cámara, hablando hacia un espejo. Hay alguien atrás  pero no la consigo ver. El cuestionario empieza. ¿Por qué me dicen eso? -“solo tiene una opción”- ¿opción de qué?-“trabajaras para nosotros”…



Yo solo acepte...

martes, 28 de enero de 2014

Amistades

                                                   

No tengo mucho para decir, tampoco me importa explayarme. No tuve muchos amigos y si los tuve no me acuerdo nada sobre ellos. Soy una persona reservada que no le importa pasar un rato con personas, prefiero el silencio y la tranquilidad. Mi único amigo es Ark y no sé en donde lo conocí, sinceramente no sé cómo se convirtió en mi amigo. Será que trabajamos juntos y jugamos al póker en su casa.

Tuve amigos, por supuesto, y les aseguro que fueron los mejores, pero me fallaron. Yo perdono, pero lo que ellos me hicieron nunca los perdone.  No sé si siento angustia, resentimiento o rabia. Fue hace tanto tiempo que mis recuerdos se hicieron borrosos.  Creo que fue algo así. Salimos, mi grupo de amigos y yo a pasear por la ciudad, estaba todo realmente calmado. Yo era muy joven, que risa me doy ahora, todas las cosas que hacía. Hace mucho que no recordaba mi libertad. Habíamos decidido ir a tomar algo en un bar cerca de mi casa, para mí era normal ir a tomar algo, bueno era algo joven. Entramos al bar y vi a los típicos hombres con sus barbas blancas bebiendo, las puertas de madera, los vidrios rotos y la típica luz que solo ilumina la mesa de billar. Nos sentamos en una mesa, éramos pocos, empezamos hablar de videojuegos. Me gustaba mucho un juego que se llamaba “Biohazard” o algo parecido, se trataba de criaturas paranormales. Pasamos horas hablando de ese juego, hasta que un hombre, ya molesto por nuestras carcajadas se nos acerca. Nos pide que nos callemos, un amigo le contesto mal y fue así como todo se nos fue de las manos. Ahora mismo lo maldigo por abrir la boca. Si todos nos hubiéramos quedado callado. El hombre no estaba solo, era inmenso, alto, robusto, tenía todas las características para matarnos. No me acuerdo mucho de cómo comenzó la pelea, pero no duro mucho. Ellos tres contra cuadro de nosotros que no sabíamos pelear. Y todo esto por una simple contestación, que mundo tan enfermo.  El hombre primero tiro nuestros vasos al piso, nosotros nos asustamos al ver la reacción del hombre. Se había enojado mucho por una estupidez.  Mis amigos se fueron corriendo, yo también  quise irme, pero un hombre me agarro de la capucha de mi campera y me tiro para atrás. Vieron que él me agarro, pero no hicieron nada, se fueron corriendo como gallinas. Los hombres me arrinconaron en una esquina.

-Hey bebe, que buenos amigos. Danos todo lo que tengas.

-Amigo no tengo nada.

¿Amigo? ¿Ahora soy tu amigo? y si éramos tan amigos porque no cerraste la boca- se me acerco a la cara. Parecía que en cualquier momento moría, nunca había tenido una pelea. A decir verdad esta era la primera.

-Perdón, no era mi inten- me interrumpió con su puño. Me pego en la panza, no podía respirar ni menos pensar. Todo se volvió demasiado confuso y doloroso.  Me caí por el golpe, claro ellos no se detuvieron. Me seguía pareciendo un disparate que ellos se enojar por una cosa tan absurda. No era lógico, es como que yo le pegue a Chris por haberme dejado dos semanas atrapado… bueno si lo hice, pero es totalmente diferente.

Como sea me siguieron pegando hasta que me desmaye, los sujetos se fueron y yo casi muero. También mis amigos se fueron. Estaba solo en un bar, que no sabía cómo regresar, no sabía dónde se habían ido mis amigos, ni cómo llegar solo a mi casa. 

Cuando me desperté era de día, estaba en el piso de un estacionamiento, ¿Cómo había llegado hasta ahí? No lo sé. Intente pararme pero era inútil, mi cuerpo estaba todo dolorido por los golpes. No tenía ni la más pálida idea de cómo irme. Había una carretera enfrente de mí, me senté como pude en la orilla e hice dedo por más de tres horas hasta que me llevaron.  Había quedado cerca de mi casa, como unas tres cuadras. Cuando llegue mis padres me quería matar, la policía me estaba buscando, mis amigos desaparecieron. Una hermosa experiencia para ser tu primera vez, claro todo es sarcástico.   Mi madre se puso como loca, empezó a gritarme, yo solo quería dormir. Mi padre nunca más me dejo salir.



No volví a tener amigos de ese tipo, bueno de ningún tipo, Ark es la excepción.

sábado, 18 de enero de 2014

Party Girl

   

El gobierno y Hunnigan creen que tengo demasiado tiempo libre… como me gustaría que ellos estuvieran en mi lugar, seria  irónico verlos usando un arma y verlos sufrir un rato, no estoy en mis mejores días. Trabajo de lunes a viernes y siguen usando mis fines de semana como si fuera un juego, debería llamarla a Hunnigan a las tres de la mañana pidiéndole un consejo de cualquier cosa. Tengo días tranquilos, pero como quieren que los siga teniendo si ahora cuidar a una chica. Hace dos semanas tenía mis días libres sin ningún histeriqueo  de una chica, el placer de estar solo en mi sillón se acabó, las horas que dormía también se acabaron, el precioso silencio definitivamente se acabó. Soy un hombre solitario que le gusta estar solo y aprecia la compañía de otros, me llevo bien con personas de mi edad o más grande que yo, pero llevarme bien con los niños no puedo, después de incidente que tuve es imposible que quiera a las niñas. Desearía no haber abierto la boca con hunnigan, tengo que acordarme de no quejarme más con ella.

Creo que empezó cuando por accidente le dije a Hunnigan “Lo único que hago es cuidar los traseros de los políticos y ver que ninguno muera, no sería mejor si cuido a otra persona, o mejor si me dan más días de vacaciones”, ella con un tono bromista me dijo “Puedo solucionarlo, pero no te quejes más, ya se acabó tu descanso ve a trabajar” creí que por fin ella me iba a dar más días de vacaciones.  Estaba tan feliz ese día, ya estaba fijando un lugar tropical para irme a vacacionar, pero no Hunnigan y sus bromas que hacen que quiera matarla.

Días libres, días de tranquilidad, días de silencio… ahora eran días de “necesito esto”, gritos, risas, chicas adolescentes que no saben que hacer, chicos metidos en mi casa. Voy a matarte Hunnigan. Me asigno una misión que no podía negarme, cuidar a la hija del consejero del presidente, ya que el mismo estaba en una reunión con su esposa en África, si hubiera sabido del comportamiento de su hija la hubiera mandado en el primer avión hacia África. Solo era por dos semanas, dos sufridas semanas.  Al enterarme de esto yo quería desaparecer por dos largas semanas, pero viendo todos los contactos de Hunnigan era imposible. Odio a las chicas y ellas me odian, así es mi relación con ellas, porque no un chico creo que me llevaría mejor con él.  Al principio pensé que era una broma, pero al ver chica parada con su maleta al lado de mi coche era verdad. Pero mirando el lado bueno de todo esto aprendí que no voy a quejarme nunca más con Hunnigan, creo que después de todo esto si hay una enseñanza.

Al fin y al cabo la chica tenía 16 años, típica chica adolescente, usaba ropa de moda, un vestido crema, pelo castaño claro y tenía algo muy particular, se había lastimado todo su brazo tratando de levantar un mueble.  Lo primero que pensé al verla era “esta chica se ve callada, no me mira, al parecer es tímida y si lo es mejor, no creo que me fastidie”, ah… Leon Leon las apariencias engañan.

En el camino a casa ella empezó hablándome.

-¿Por cuánto tiempo me voy a quedar?- me impresiono un poco lo directa que fue, tal vez será porque en ningún momento estando con Hunnigan me había hablado.

-Al parecer dos semanas, pero tranquila el tiempo pasa volando- quería conocerla más, si se iba a quedar en mi casa mínimo tenía que saber algo más que solo su expediente y además no me quería llevar mal.

-Mmm…¿Qué es esto?- empezó a tocar los botones que tenía en mí coche.

-Son botones del estéreo- pensé “bueno es una chica curiosa”

-Ah… y esta palanca- había jalado la palanca de freno, las ruedas  pararon y el coche freno en un segundo, no sé cómo no morimos, menos mal que faltaba una cuadra para llegar y por eso no estaba yendo rápido. Literalmente escuche como mi coche se desarmaba de a poco.- ¿Por qué frenaste?- esto iba mal en peor,  no pasó una hora y ya la odiaba. Como era la hija del consejero no la podía insultar así que reserve todas mis opiniones y me acomode el pelo.

-Estás loca casi más morimos lo que jalaste er-

-¿Disculpa como me dijiste? Loca a mí, ¿qué te pasa?, siempre sos tan amargado.  Púdrete yo solo quería agregar un poco de diversión.- cuando me di cuenta tenía mi mano sobre mi arma, me calme e hice que no escuche nada, todavía podíamos llevarnos bien.

-Sera mejor que entremos- baje del coche y  vi toda la calle marcada con mis neumáticos, no me atreví a ver mi coche porque no solo la mataba sino  hacia desaparecer el cuerpo. –Tu cuarto está a la derecha, intenta no hacer ruido.

-Como digas.- se fue al cuarto y se encerró en él, a mí no me importaba lo que hiciera, solo trece días más.
Bueno un problema menos, tenía que llamar a un mecánico… mi coche. Ah… ya casi era hora de comer así que con decidí pedir pizza, no tenía ganas de preparar nada después de  imaginarme el costo del coche.  Me senté en mi sillón para dormir un poco antes de comer, que tranquilidad todo silencioso, que lastima que no duro mucho. La chica, Ellen, había puesto a todo volumen su música, no sé qué era eso, pero hacia demasiado ruido. Ya fastidiado por lo sucedido me levante y fui hasta la puerta de su cuarto, golpee la misma más de diez veces para que ella se dignara abrirla.

-¿Por qué haces tanto ruido?- no había pasado un día y yo la quería de volver.

-Baja el volumen o pone algo que se pueda escuchar. Ah y dentro de unos minutos comemos así que prepárate. – me hizo una mueca y cerró la puerta.

Me di media vuelta y me senté de nuevo en mi sillón, había bajado el volumen del estéreo, las cosas se tranquilizaban, creo que no nos habíamos hablado lo suficiente para llevarnos bien. Pensé en las cosas que las chicas adolescentes hacen y a que lugares van.  Sabía que no estudiaba y que odiaban los libros, que los chicos están tras de ellas y todo eso de… hormonas y ropa, no sé en verdad que hacen.

Ya había llegado la comida, prepare la mesa para comer cómodos. Ahora solo faltaba avisarle a ella que estaba todo listo, fui a visarle y ella solo salió de su cuarto y se acomodó, como quiso, en la silla. Tenía el mal presentimiento que dentro de unas horas le iba a gritar. Los dos comimos callados, ella tenía una revista en su mano, y yo pensaba en que podía hablar con ella.

-¿Se te ocurre algo para hacer?- solo quería calmar las cosas entre nosotros, lo único que nos hacía falta era comunicarnos.

-… no está bien… no hace falta.- es una chica reservada en todos los sentidos. Esta era una actitud que no note de ella.

-Si quieres vamos al parque- lo dije con un cierto tono de inocencia al no saber que hacen ellos, ya no son como en mis tiempo.

-¿Qué crees que soy, una niña?- tomó la caja de pizza y se volvió a encerrar.  Me quede sin palabras, estaba enojado por la forma en que contestaba,  un simple “no” era suficiente, porque tiene que exagerar todo. Ahora estaba yo buscando que comer, mínimo pudo esperar a que tome otra porción de pizza.

Era de noche, no tenía nada que hacer, así que me senté en mi amado sillón y empecé a leer el periódico, hubo un coche en la autopista, bla bla bla… el consejero de la nación está de vacaciones… ¡¿Qué?! ¿Cómo de vacaciones? No puede ser, se habrán equivocado, busque la hoja donde estaba la noticia y decía   “el consejero de la nación tomo una merecidas vacaciones por dos semanas en África, su mujer y el estaban realmente feliz {…}  ¿y su hija? Se desconoce el paradero de la misma, se rumorea que está en la casa de un agente del gobierno, acuérdense que ella no tiene a nadie en Estados Unidos ahora…”     cuando vuelvan de su viaje de “negocios” los voy a mata a él y a Hunnigan, que es lo que piensan que soy una niñera, creí que era una persona en la que podía confiar, ahora simplemente es una extraña.

Al día siguiente deje que ella me pasara por arriba, simplemente no quería pelear, además lo único que tenía que hacer era cuidarla, no tenía que ir a trabajar ni hacer informes. Así que simplemente lo tome como unas vacaciones, todo iba según mi plan hasta que

-Quiero salir-

-¿A dónde?-dije acomodándome en mi sillón y tomando mi café

-A bailar-

-Ni lo pienses, si te pasa algo y yo no estoy con vos me van a matar.

-Ya lo sé, acompáñame- casi más escupo todo mi café al escucharla.

- jajaajajaaja, ya de en serio no- se puso más histérica y empezó a gritar

-Quiero salir, me temes en esta casa de dos centímetros, no puedo hacer nada, quiero salir- solo paso un día, ¡¡¡UN DÍA!!!

-No, además es Martes no hay ningún boliche abierto, y basta tengo que cuidarte y ya me estas llevando mucho trabajo.

-Claro para ti soy un trabajo, no me importa, hay uno abierto queda a un par de cuadras.
-Que no y basta-

-Okey… vas a ver ya me vas a decir que si.- increíblemente se fue, otra vez la tranquilidad, como la extrañaba.

Pero no duro mucho, empezó hacer un berrinche y a tocar su guitarra cada vez más fuerte, subió el volumen de su música y empezó a tirar todo. Le golpee la puerta miles de veces pero ninguna la escucho. De a poco los vecinos iban viniendo a mi departamento quejándose por el ruido y como no si era las tres de la tarde.  Ya estoy harto, quería que el ruido pare de una vez, lo hacía cada vez más fuerte, no quería que la policía venga por el volumen alto, además no vivo en cualquier departamento mis vecinos son personas importantes como yo.  Si a mí me hicieran lo mismo creo que me tendrían que venir a buscar con un patrullero. Estaba demasiado nervioso e histérico, como los padres hacen para tranquilizarla, no lo sabía, así que la única opción que me quedaba era… apague la electricidad de mi casa. Ya estaba todo tranquilo, ella por supuesto como loca, pero no podía usar nada, ahora solo gritaba en su cuarto. Hasta que salió y me empezó a gritar a mí.

-¿Por qué no me dejas salir? ¿Qué quieres? Soy una chica normal quiero salir con amigos.

-No es no y basta de estas cosas, los vecinos se están quejando-

-¿Quieres ver como llaman a la policía?-

-¿Qu?- Empezó a gritar como loca

-¡¡¡Ayuda, necesito ayuda, quiere abusar de mí, ayuda!!!- sus gritos me hicieron acordarme a la hija del ex  presidente.-Ayuda.- le tape la boca e hice silencio para saber si había alguien que había escuchado los gritos y no, nadie escucho nada, ahora la podía matar, está bien no, pero por lo menos podía hacer que pare.

-Está bien, te voy a acompañar solo hasta las 3 de la mañana- al principio no le gustó la idea pero era su única oportunidad de dejar este departamento.

-Solo por esta vez me vas acompañar, vas  a ver que es seguro y me dejaras ir cuantas veces yo quiera.- asentí con la cabeza, cansado de todo sus desastres.

-No hagas ruido, antes de ir voy a dormir.

Increíblemente me dejo dormir toda la tarde hasta que la hora llego, me prepare para ir como un guardaespaldas, traje, anteojos de sol, actitud ruda. Salí de mi cuarto y la vi con minifalda, maquillada, remera suelta y pelo suelo.

-Así vas a ir así- la mire de arriba abajo, no creía que estuviera adecuadamente vestida, se exponía mucho- no te sería mejor unos pantalones largos y una camisa, preferencialmente abrochada hasta arriba de todo.- me miro y solo se rio, era la primera vez que se reía, fue algo lindo, empezaba actuar como su papa, a mí también me hizo gracia y nos reímos.

-Está bien cómo voy así van todas. No creo que puedas hablar, mira cómo vas vestido, ¿traje? Jaja ¿serás mi guardaespaldas?-

-Eso mismo, solo te voy a observar de lejos y si pasa algo me voy acercar.

-Entendido jefe, ya vámonos.- wou estaba sorprendido pude hablar con ella sin que me gritara, al parecer estoy entendiendo más a los adolescentes.

Fuimos con mi coche, era verdad que solo quedaba a un par de cuadras, estaba todo tranquilo, la fila de las personas rodeaba toda la cuadra, pero supongo que eso era normal, hace mucho que no voy a tomar y a bailar con mis amigos. Bajamos los dos y sinceramente no quería hacer fila, además no tenía ganas de esperar a nadie, así que fui hacer lo mejor que se hacer. Me acerque al guardia de seguridad, Ellen no entendía nada.

-Buenas noches, agente de seguridad- le mostré mi credencial y me dejo pasar, Ellen estaba realmente feliz no sabía que había hecho pero estaba feliz igual. Todos nos miraban con odio, me dio mucha gracia eso, creo que nos subió el ego a los dos, teníamos algo en común los dos somos orgullosos. Pasamos y estaba todo oscuro y la música muy fuerte, ya sé por qué no salía más con mis amigos, no me gustaba, prefería quedarme en café sentado en mi sillón y viendo las noticias o ir con Ark y jugar un partido de cartas.  Como sea ella se fue a bailar con unas chicas que recién conocía, pero se ve que se llevaban bien, bueno hablaban mucho no sé si eso es llevarse bien, las mujeres son tan extrañas, hablan por horas con otra y a los dos segundos ya la están criticando. Yo como no quería quedarme parado, fui hacia la escalera y el piso de arriba que era solo para personas con entradas vip y otra vez dije: “agente de seguridad, necesito cuidar a una chica” me dejaron pasar simplemente, jajaja mi ego volvía a crecer.  Me senté en cerca del pasamano y la veía bailar, de paso me pedí algo para tomar. Pasaron las horas, hasta que un hombre ya grande se le acerco, Ellen le daba la espalda por lo que no podía verlo, ella durante toda la noche rechazó a todos los chicos, solo estaba con sus nuevas amigas,  tuve una nueva impresión de ella, no era la típica chica que le importaba estar con todos los chicos, si no más reservada.  Vi la jugada, sus amigos lo estaba viendo desde el bar esperando que el bailara con la chica joven, típico idiota de 30 divorciado. Me pare no quería pasara nada malo, mientras bajaba la escalera vi como el la toco, ya esta le iba a partir la cara a ese idiota, ella estaba asustada, le dijo algo, creo que lo mando a volar, mientras me acercaba, él la estaba agarrando fuerte, sus amigas no la vieron había muchas personas, cada vez paso que daba era cada puño en su cara. Estaba atrás del sujeto, lo tome por el hombre y lo puse enfrente a mí.

-¿Qué te pase estúpido?

-Con todo respeto- el me empujó, estaba harto que tipos como el estuvieran arruinando la noche de Ellen, así que me deshice de él, le pegue en la cara tan fuerte que lo noquee.  Todas las personas del boliche se hicieron para atrás, vi la cara de Ellen y estaba llorando, me impacto mucho que ella llorara, me sentí impotente de no haberla protegido o mínimo haber evitado que el la tocara. Lo vi tirado en el piso,  me tire arriba de él y le empecé a pegar cada vez más fuerte en la cara, los guardias de seguridad me sacaron del lugar con tanta fuerza que cedi, Ellen lloraba cada vez más.  Me sacaron por la puerta trasera del boliche, bueno más bien me tiraron por la puerta trasera, Ellen estaba al lado mío.

-No vuelvan más- dijo el guardia que me tiro. Cerró la puerta y se fue.

-No te preocupes no volveremos más.- mis brazos me dolían, mi mano sobre todo, tenía sangre de aquel tipo. Tome un papel que tenía y me limpie. Ellen seguí llorando, era la primera vez que alguien la tocaba sin que ella quisiera. – Vamos- dije con una sonrisa en mi cara y con apatía. Ella solo asintió con la cabeza. Ya estábamos llegando a mi casa, en todo el camino ninguno de los dos abrió la boca, no podía creer lo que paso. Bajamos del coche los dos y entramos, preocupado por la situación le dije.

-Perdón, no baje a tiempo.

-Está bien, gracias, pero la próxima vez no le pegues en la cara déjalo sin espada, ¿okey?- me reí de su comentario, estaba mejor que hace unos minutos.

-Okey. La noche todavía es joven, ¿quieres ir a otro lugar?

-No… creo que me iré a bañar y después a dormir, gracias Leon por todo. Se dirigió a su dormitorio, yo me quede en el pasillo, y ella antes de abrir la puerta se dio media vuelta y me abrazo. Yo también lo hice.

-No va a volver a pasar-

-Te creo, bueno ahora si me voy, será  mejor que me saque el olor a viejo-lo dijo riéndose, ahora si estaba mucho mejor que antes.

Pasaron los días, eran tranquilos, jugaba a las cartas con Ellen, siempre me ganaba, para mi hacia trampa, nos divertíamos. Ella me había preguntado si unos amigos podían venir, así que le dije que sí. A la mañana  note que la tele estaba prendida, así que me pare y fui al comedor, estaba normal, es decir sin remera con mis pantalones y despeinado. Cuando llegue al comedor estaban las amigas de Ellen mirándome como si fuera un Sex simbol… fue muy incómodo, solo atraigo a las niñas, nunca a mujeres, mi ego cayo. Ya era tarde para desaparecer entre las sombras, ellas me habían visto y no dejaban de hacerlo, me atreví a ver la cara de Ellen y era algo como “vístete por favor, me das vergüenza ajena”, mi ego caí cada vez más bajo.
-Hola chicas, ¿comen algo?- ellas no sabían si contestarme con “si a vos” o adecuadamente, así que una chica se animó a responder.

-…No gracias, yo estoy más que bien- disimulación nivel cero.
-Está bien, me iré.- me quería morir. Me fui a bañar y me asegure de vestirme bien, no quería ser violado por sus miradas, ya darme vuelta enfrente de ellas y dejar toda mi espalda expuesta  fue todo un trauma, podía sentir como me iban sacando la ropa de a poco. Desde mi cuarto escuche como se reían y hablaban de chicos, no quería interrumpir la conversación, así que me quede en mi cuarto, estaba cómodo y podía dormir.

Todo estaba muy bien en mis sueños, pero con Ellen cerca era imposible que durara mucho, la música me despertó, había muchos gritos. Salí de mi cuarto y vi a todos los jóvenes  rompiendo mis cosas y destruyendo todo, era peor que un apocalipsis zombie. Era el único adulto, la mayoría ya estaba borracha. Todos estaban bailando en el comedor, tomando en la cocina y no quiero imaginarme que hacían en los cuartos. Debía encontrar a Ellen, ahora si la mataba, como iba hacer una fiesta mientras yo dormía, como no me desperté antes… son las 00:01 ¿Cómo puede ser? Nunca dormir tanto en mi vida.  La pequeña mentirosa estaba en una esquina, se veía bastante alterada y al parecer estaba peleando con una de sus amigas.

-Que mierda hicistes, solo las invite a ustedes, ahora me va  matar si despierta, se tiene que ir ahora.- bastante alterada estaba

-No hice nada malo, además vos me dijiste que querías ser conocida, cuando lo dijiste por dentro no pare de reírme, como “vos”, un bicho raro, va a querer ser conocida, me voy.-  fue cuando me metí.

-No vas a ir a ningún lado, vos y todas tus amigas- las tome del brazo y con una soja que había las ate a las tres en la manija de un mueble.- esperen limpiar todo esto para irse.

“¿Que mierda haces?” digiero las tres al mismo tiempo. Me pare en medio de la sala y dije.

-Chicos los invito a todos a mi boliche, me caen todos bien, así que ¡¡¡entradas gratis y bebida gratis!!!- todos gritaron de emoción- Eso sí, tiene que ir ahora o no los voy a dejar pasar.- Todos, absolutamente todos, salieron de mi departamento hacia el boliche que estaba a pocas cuadras. Excepto, por supuesto, las tres chicas.

-Bueno chicas limpien todo sino no van a ir a su casa y les puedo asegurar que no se van a ir sin antes limpiar todo esto, y lo mismo para vos- mire a Ellen.

Me daba mucha gracia que estén limpiando y todo lo que había pasado, no rompieron nada de valor, menos mal, pero si ensuciaron todo. Fui al baño y había pastillas en la ducha,  ni siquiera quería sabe qué tipo de pastillas, así que deje pasar de alto todo.  Faltaba poco para que terminaran de limpiar, luego de dos horas terminaron. El departamento quedo más limpio de lo que tenía, menos mal porque estaba pensando en contratar a una mucama.

Las chicas se fuero, y no las volví a ver por el barrio, ahora Ellen como castigo debería hacer la comida y tareas del hogar por toda la semana o parte ella. 

Se terminó la primera semana…

Lunes al mediodía, tranquilidad, silencio, solo se escuchaba las hojas de los árboles y algunos animales.  Me levante como de costumbre y fui directo al baño, me prepare antes de salir, por si hubiera alguien.  Salí de mi cuarto y note que  Ellen estaba en la cocina, me sorprendió un poco porque pensaba que no sabía cocinar, bueno digamos que mis pensamientos no estaban muy errados.  Me acerque a ella y vi que intentaba fritar un huevo… o lo que sea que era antes, por supuesto que me reí.

-Basta, está quedando bien… hola.- lo dijo entre suspiros.

-Mmm… mejor vayamos a desayunar a otro lugar, yo invito.

-No, ya termino me tomo toda la mañana hacer esto.-  no sé porque se me ocurrió ver el piso, mala idea, estaba lleno de huevos y cosas que no sé qué era, pero calculo que eran comestibles. Gire mi cabeza  y vi platos sucios, cubiertos quemados, papel en todos lados.

-¿Las chicas no habían limpiado todo?- lo dije con sarcasmo y riéndome.

-Ja, ja, no da gracia, es la primera vez que cocino… ya está, sentate.-vi que puso esa cosa en un plato y me lo llevo a la mesa, yo la seguí,  en verdad me tenía que comer esto. Ella se sentó enfrente de mí.

-Hey espera ¿Por qué no comes?

-No quiero morir, además vos dijiste que tengo que hacer las tareas del departamento y acá esta, te presento mi tarea- ahora era ella la que hablaba con sarcasmo.- mire mi plata y era marrón y blanco, distinguía algo amarillo, pero no estaba seguro. Lo di vuelta a ver si cambiaba un poco la forma y no, era peor ahora su color era negro. No sabía si ella intentaba matarme o simplemente era una broma. La mire a ella para confírmalo y si era verdad lo tenía  que  comer. Tome el cubierto y desprendí algo, lo lleve hasta mi boca y pude sentir el sabor del huevo quemado y la sal pegada, fue horrible.  Nunca había comido tan mal en mi vida, y todavía me faltaba terminar el plato.

-¿Y como esta?-

-En verdad te voy a pagar unas clases de cocina, te servirían para toda tu vida.

-Ja ja, termina de comer, me tarde mucho para que lo desperdicies- se paró y se fue a lavar los platos.

-Ya está desperdiciado-dije murmurando. Por una parte tenía razón, pero si lo comía iba a morir, además era algo grande, ¿muchos huevos?... no lo sé.  Muy Leon si lo comes rápido se acaba rápido. Me anime a trágamelo todo de una, tome el cubierto y el plato, abrí bien la boca y metí toda la junta de huevos. Dios que asco, traje todo el agua que tenía al lado y todo se había acabado.-Puff… Ellen ya está.- me pare para alcanzarle el plato. Pero no sé si lo llegue hacer.



-…Leon, Leon, o por Dios estas bien, perdón perdón, todo fue mi culpa.- ¿Qué estaba pasando?, ¿en dónde estaba?, estaba muy mareado.

-Señor Kennedy le quiero pedir disculpas por los problemas causado.- ¿Quién es?- soy el consejero de la nación.- ¿Qué hacia acá? Tendría que estar en sus vacaciones el imbécil-

-¿En dónde estoy?

-Leon estas en un hospital, perdón fue mi culpa, no pensé que iba hacer tan malo.

-¿Qué cosa?

-Al parecer mi comida no es la más saludable de todas, ups…-

-Ups… ¡Ups!, Ellen estoy en el hospital por tu “Ups”

-Je, je es que era la primer a vez y fue tu culpa.

-En verdad voy a matate- después de decirlo mira el lugar. Ellen  estaba al lado mío, el consejero enfrente de mis pies y un enfermero al lado de la puerta.

-Señor Kennedy tuvo un problema en el hígado, estómago y toda la parte ascendente de los intestinos.  La comida que ingirió era altamente toxica, es increíble que usted este consiente, tuvo que ir a operación para sustraer la toxina. – no me importara que estuviera su padre, el presidente o quien sea que este, esta vez la mataba.

-¡Ellen!- la mire con mi típica cara de asesino.

-Perdón, Perdón, ya te lo dije Perdón. No quise mandarte al hospital, es que no sabía dónde estaba el aceite, así que puse algo parecido.- Cada vez que abría la boca lo empeoraba más y más.
-Sigo, ahora mismo tiene que hacer reposo y tomas antibióticos por un largo tiempo, pero gracias a esta jovencita está vivo, si no hubiera llamado a tiempo ahora mismo estaríamos en un funeral.- el funeral sería más divertido. – Me tengo que ir, dentro de unas horas pasare a ver como se encuentra.- se despidió de todos y se fue.

-Bueno ahora que sabemos que estas mejor…- Como la odie ese día.

- Agente Kennedy  pagare todos sus gastos y será recompensado.- Me estiro su mano para despedirme, yo igual.- Bueno será mejor que me vaya.- no lo iba dejar que se fuera así como así, yo tuve que hacer de niñera por dos semanas y casi más me cuesta mi vida.

-Espero que haya pasado bien sus vacaciones- la cara le cambio totalmente, Ellen también tenía bronca de no haber ido, así que ella me siguió el juego.- Yo también necesito algunas, y más por todo esto, estoy realmente agotado.

-Bueno… podemos hacer algo para solucionarlo, ¿Qué le parece ir a…?

-Ir a las islas tropicales estaría bien- no espere a que terminara de hablar.

-Voy hacer todo lo posible agente, gracias por todo- termino de decir estas palabras y se fue tan rápido como pudo. Ellen y yo nos reíamos.

-Leon no me extrañes- te juro que no lo iba hacer- voy a venir a visitarte cada vez que pueda. – esta vez si iba a morir, tengo que acordarme de hacer mi testamento.-Bye Leon nos vemos.




Fue la única forma de ganarme mis merecidas vacaciones.

viernes, 17 de enero de 2014

Luna

(En esas misiones donde solo podía esperar por ayuda, la luna era mi única compañía, en esos momentos solo recuerdas a tu familia).

Mi afición por la luna comenzó cuando yo era pequeño, es algo extraño o maravilloso depende de la forma en que lo veas. Lástima que solo de noche la puedo ver. Tenía ocho años y mis padres peleaban a gritos, yo por supuesto no quería escucharlos, así que simplemente salía a mi patio y contaba las estrellas, hasta que la vi, hermosa, redonda, luminosa, era… es tan hermosa.  Mis  padres peleaban muy a menudo, siempre de noche, era la única hora que ambos se veían. Sus peleas eran por dinero o por celos, digamos que mi padre no era fiel, mi madre solo quería  amor, un amor que él no le podía dar. Ah… pensar en ellos simplemente me hace entristecer. Creo que por aquí está mi diario, si en ese entonces tenía uno, era porque no tenía ningún amigo y escribir me hacía sentirme mejor. En donde lo deje, mejor me fijare en mi armario, acá esta, a ver lo que escribí de esa fecha.

“6 de mayo de 1985. Mamá y Papá están peleando de nuevo, creo que es porque mamá descubrió de nuevo a papá con otra mujer, me pregunto porque mamá sigue con él. Pienso que es por el dinero, lo único que espero es que ella no empiece a llorar, me siento muy infeliz cuando papá la ignora. A veces pienso en que estaríamos mejor sin papá, pero no lo sé, no lo quiero dejar solo.”

Wou que impresión, escribía así cuando era chico, que gracioso.  Pero mirando otro lado, que mal que me hacía escucharlos, todavía pienso en que estaríamos mejor sin él. Pero caigo en lo mismo  “{…}  no lo sé, no lo quiero dejar solo”. Hace una semana  lo vi, ahora tiene 70 y algo, sigue siendo el mismo que antes, ahora cree que alguien lo va amar, tuvo millones de oportunidades con mi madre, pero él las desaprovechó todas. Solo piensa en recuperarla… si solo ella estuviera en este mundo, sufre pérdida de memoria, todos sus recuerdos están desordenados, a veces pienso en cómo se debería sentir y sinceramente no lo sé. Hubiera sido lindo tener una familia normal con una vida normal, pero no, ni a su propio hijo se le permitió esa vida.

Los recuerdos que simplemente quieres olvidar te aterrorizan para toda tu vida, solo verlo a él me da tanta pena, ver como se pudre en una silla de hospital, el olor a muerte y las enfermeras esperando que mueras solo para cambiar las sabanas, los doctores solo juegan hacer dioses y deciden cuando vas a morir. Odio ese maldito hospital, más que a nadie odio el sujeto que está en él, con verme él gira su cabeza, desearía matarlo de una vez para no ir a visitarlo nunca más. Porque tengo que pensar en el ahora, algún día seré padre y nunca me comportare como el mío.   


Mi madre murió hace poco, me acuerdo exactamente lo que hice ese día, parecía tan normal como cualquier otro. Me levante para ir a trabajar en mis informes, fui, me senté, escribía solamente,  faltaba poco para ir al descanso, fue cuando un hombre de negro entró y me dijo “Usted es Scott Kennedy” fue extraño cuando dijo mi segundo nombre porque solo una persona me decía Scott, “lamento comunicarle que su madre se encontraba en un estado crítico ayer a las 14:21 p.m, lamentamos decirle que falleció hoy  a las 00:10 a.m” después de esas palabras ya no escuche más, el simplemente se fue. Yo todavía no caí que ella había muerto, así que seguí con mis informes. Luego de cinco horas escribiendo sin parar, mis compañeros se extrañaron de mi comportamiento, yo ya no estaba con ellos, mejor dicho mi madre ya no estaba conmigo… solo escribía no sé qué escribía, pero escribía, como si la única cosa que me quedara era escribir. Mi jefe vio que no me había ido, él ya sabía la noticia, me vio y me dijo “Kennedy salga de esta oficina” fue cuando me detuve y vi por la ventana que tenía al lado mío, la vi… estaba conmigo, ya no estaba solo, la luna me estaba viendo ella nunca me dejo de ver.  Me levante, la mire, y me fui. Cuando Salí del departamento era otro. Las únicas personas que asistieron al funeral  fuimos mi padre y yo,  el lloraba, yo solo quería irme.  Luego de despedirla y ya no saber qué hacer, me tome unos días libres, el gobierno fue muy generoso conmigo me dio un mes de recuperación por servicios prestados, yo ya no quería saber nada mas de nadie.  Cada día mejoraba un poco, pero me levantaba solo para hacer lo justo y necesario, me quedaba en cama todo el día, iba a comprar cuando ya no tenía más comida, mis malos hábitos de tomar volvieron aparecer, no gastaba tiempo en peinarme, ya que estaba todo sucio y andaba todo el día con la misma ropa.






Creí que era el fin de mi larga vida sin descuidos, pero no, aprendí a vivir sin ella, y lo más importante es que no estaba solo.  Fue difícil no voy a mentir, fue una lección de vida, podía avanzar un paso pero retrocedía diez, era tan frustrante caer en la bebida una y otra vez. Necesitaba ayuda, pero ¿de quién? Ark, mi amigo de hace ya  varios años, se enteró de lo sucedido y como él me conoce bastante bien sabe en qué estado me encontraba. Un día llego y toco mi puerta, yo me levante de mi cama y abrí la puerta.

-Hola Leon, por dios mírate, ve a bañarte- llevaba consigo una bolsa del supermercado.-Leon voy a pasar.- yo quería estar solo.

-¿Por qué estas acá?- me anime a preguntarle

-Es por vos Leon, quería asegurarme que no te hubiese suicidado  o cometido alguna estupidez. – dijo con sarcasmo.

-Ya lo hubiera hecho, ¿o no?-  solo miro todo el departamento.

-Leon esto es un chiquero, ni los animales viven en estas condiciones, prepárate vamos a dar unas vueltas.- no quería salir, pero se había tomado la molestia de venir a mi casa, y digamos que él vive en la otra parte de la ciudad, así que me fui a cambiar. Era increíble tenía toda mi ropa con olor a cigarrillos, no me acuerdo cuando fume, es mas no sé si yo fume, es algo que nunca haría.  Le dije que ya estaba listo para irme y subimos a su coche. La luz me lastimaba mis ojos, parecía un viejo ermitaño saliendo de su cueva. – mira será mejor que te mejores, sé que es difícil  y que…- bla bla bla lo deje de escuchar, mucho ruido para mí, me entretuve mirando por la ventana, veía a los niños con sus padres y abuelos. Luego me compara yo con ellos y me sentía menos que nada. -¿Me escuchaste?, ¿Qué decís estás de acuerdo?- eh…

-Sí, si- quería que este paseo acabara e ir de nuevo a mi casa. El paro enfrente de una escuela o algo parecido, el cartel de entrada decía “Bienvenido a la casa de los Psicólogos”, por Dios que era esta basura. -¿Qué mierda hacemos acá?- dije sorprendido, ya me imaginaba el próximo paseo  que dé con Ark, terminaba yo en una junta de  alcohólicos anónimos.

 -Calma Leon, aceptaste a venir ahora no te niegues. – Admito que fue mi culpa no escucharlo, pero es demasiado denso para mí.

-No, no necesito hablar con una persona para que me analice, ya estoy mejor, pasado mañana comienzo a trabajar, no lo necesito.

-Perdón Leon, pero si fuera por mi iríamos a un bar a ver mujeres, pero el gobierno pago esta sesión, no te preocupes vas a estar con el mejor Psicólogo.

-Ark llévame a otro lugar ahora mismo.-

-No Leon, bájate del coche, el paseo se terminó. Cuando tu sesión acabe voy a estar acá.- maldito Ark, él sabe que no lo escucho y se aprovechó de la situación. Ya no tenía ganas de discutir, así que hice lo que me dijo, Salí del coche, entre al maldito lugar y espere mi turno como un idiota. Una chica me atendió luego de unos minutos, me pregunto mi nombre, vio la lista y me dijo que pasara a un cuarto. Cuando entre estaba la típica silla, el típico sillón, la mesa, cuadros y unos ventanales. Mis ojos dolían cada vez  más por la luz.

-Bienvenido señor Kennedy, por favor tome asiento, mi nombre es William y vamos hablar sobre la perdida que tuvo hace un par de semanas- justo el tema del que no quería hablar.

-Mire vamos hacerla más corta, usted quiere descansar yo no quiero hablar, pasemos las horas sin hablar y yo mientras tanto voy a dormir en el sillón, ¿entiende?- el solo se rio de mí, parecía que volvía hacer un niño.

-Comencemos Kennedy, le voy hacer varias preguntas y luego voy a dar mi opinión sobre lo que pasa.- asentí con la cabeza y me senté en el sillón y el en la silla. - ¿Cómo era usted de niño? - ¿Qué clase de pregunta era esa?

-Era feliz.- lo dije de mala gana

-Me refiero a ¿Cuántos amigos tenia? O ¿Cómo se llevaba con los demás niños?

-no tenía amigos, era solitario, los otros niños creían que era un extraño así que no se me acercaban.

-¿Cómo se sentía usted?

-Me sentía bien, nadie me molestaba, disfruto el silencio así que no tenía problema de estar solo.

-¿Tuvo problemas con alguien en estos últimos meses?

-No, solo peleas en los trabajos.

-¿Sabe usted donde esta?

-Claro en un psicólogo-

-¿Qué hora es?- mire mi  mano y vi la hora.

-Son las tres de la tarde.

-Por favor recuerde esa hora- asentí con la cabeza.- ¿Tuvo novia alguna vez?

-Si, por supuesto.

-¿Sus padres sabían de sus relaciones?

-Algunas si, otras no, no quería que vieran con qué clase de chica salía, solo mostraba a las chicas lindas y sencillas o las que parecían buenas.

-¿Cuándo era niño tuvo mascotas?

-Si uno, era de la calle,  su nombre era Pitt, mi mejor amigo.

-Hablando de amigos, la persona que lo trajo acá, ¿cómo se llama?

-Ark Thomson

-¿Cuándo fue la última vez que lo vio?

-Hace unos minutos.

-¿Esta seguro?- lo dijo con un tono serio

-si- este tipo era el que necesitaba tratamiento

-Me puede decir ¿qué hora es?

-Claro como no- mire mi reloj y marcaba- son las- no lo podía creer- son las… diez de la noche- mire por la ventana y era de noche, era algo ilógico, hace unos minutos era de día, me levante del sillón asustado por el cambio. No lo podía creer, tal vez estaba durmiendo en mi sillón y esto era más que un simple sueño.

-Pasemos a la otra pregunta,  es más directa ¿Sabe usted como murió se madre?- me quede congelado, después de unos minutos pensado dije.

-No exactamente, pero estaba en estado crítico- dije esto tartamudeando y sin dejar de ver por la ventana.

-¿Sabe usted en que hospital estaba?

-…no-  ahora que lo pienso como no supe en que hospital estaba, ¿Cómo hicimos el entierro? Yo no organice nada y tampoco mi padre, ¿Cómo no hable con los doctores para saber cómo murió?, no sabía nada de cómo había muerto, lo único que sabía es que estaba muerta.

-¿Sabe quién era el que estaba internado?

-Ella.

-¿Quién es “ella”?

-Mi madre- ¿Qué estaba pasando acá? Esto no era una típica sesión de tratamiento, esto se volvía cada vez más macabro, daba miedo, parecía que me estaba leyendo o algo por el estilo.

-Lo siento Leon pero la persona que estaba internada en estado crítico no era “ella”, sino usted, ahora mismo estas en el hospital, no te das cuenta, Leon recorda… recorda… recorda. En verdad lo olvidaste que estúpido de tu parte, hacer que tu madre muriera en tus recuerdos para sentirte vivo ya estando muerto.- ¿Qué estaba pasando?, ¿Cuándo fue que la conversación cambio?-Bienvenido señor Kennedy, por favor tome asiento, mi nombre no existe, igual que todo esto. – me quede mudo, era incapaz de abrir mi boca, era imposible todo esto era imposible, yo estoy vivo, él está loco.- Kennedy recuerde como murió o necesita ayuda, no tengo todo el tiempo del mundo, aunque usted si- se rio, se acercó a mí, yo seguía inmóvil, me toco la cabeza y fue cuando lo recordé todo. 


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-¡¡¡Cuidado!!! - vi hacia arriba y el tiempo se detuvo, vi como el techo se caí arriba mío, pude ver la reacción de Ark desesperado, pero lo más hermoso que alcance a ver fue la luna alumbrando todo el lugar.
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 Es verdad estoy muerto, el techo de concreto se cayó arriba mío, estábamos en un trabajo a las afueras de la ciudad, lo único que teníamos que hacer era investigar los extraños hechos. Lo hicimos al final solo era un rumor inventado por unos chicos. Estaba caminado por un galpón y Ark me estaba viendo desde afuera, me acerque hasta la puerta y la estructura vieja no aguanto más y se derrumbó.  Estoy muerto… morí, ¿entonces todo fue una mentira?, ¿mi madre, mi padre, ark, el psicólogo? Todo era una mentira de mi subconsciente, en realidad yo estoy muerto.

-…ah, se ve que tengo que hacer todo yo- dijo suspirando- Salvaste a muchas personas y si morís habrá muchas personas que mueran. Te voy a dar otra oportunidad, esta vez trata de no morir tan patéticamente, la próxima vez que te vea no dejare que te vayas.- se me acerco a mí, yo otra vez estaba impactado por sus palabras, me tocó la cabeza y… desperté.

Estaba en un hospital, en la sala de un hospital, todo blanco, vi por la ventana y era de noche, no lo podía creer estaba vivo, reí, todo fue un sueño ¿o no?,  no me importa ahora estaba vivo.

-Leon, amor… ¡¡¡Leon!!!- dijo mi Madre, estaba durmiendo al lado mío en una silla- O Leon estas vivo- empezó a llorar- Ya vengo- se paró rápidamente y abrió la puerta- ¡¡¡Matt, Matt!!! Leon esta despierto, llama a las enfermeras.- estaba viva, y estaba conmigo, mi padre también. Escuchaba todo el ruido que hacían afuera ellos dos solo por mí, otra vez me sentía como un  niño.

-Leon hijo mío estas despierto- mi padre me abrazo yo por supuesto le correspondí. En mi sueño lo hacía más viejo, pero estaba equivocado.- Te extrañamos muchísimo, no sabes la falta que nos hacía.- mi madre también me abrazo, al final todo fue mi imaginación, era conmovedor ver como ellos me abrazaban al mismo tiempo sin importar las diferencias que tenían, pero por otro lado era muy doloroso. Vinieron los doctores y enfermeras, me revisaron y me explicaron que había estado casi un mes hospitalizado e inconsciente, también me dijeron que mi amigo Ark me saco y me trajo a este hospital. Fue todo un héroe, a pesar de los kilos de concreto que tenía arriba mío él se la ideo para sacarme, si no fuera por él, estaría con mi psicólogo.  Luego de unas semanas en terapia y con medicamentos me dieron el alta, pase unas largas vacaciones en la casa de mis padres ja conociendo a mi mamá le habrá dado una nueva oportunidad a mi papá, y el no sería tan idiota de desaprovecharla. Ahora está cambiando sus malos hábitos ya dejo de fumar, lo bueno de eso es que no tengo mi ropa con olor a cigarrillo.  Había bajado mucho de peso, pero ya saben cómo es, un día en la casa de tus padres y subes drásticamente de peso.

Vi a Ark días después, el me hacía bromas y jugaba con mi brazo roto, casi más me quiebra el otro brazo y una pierna, tratando de “matar a un mosquito”, sin olvidar que tengo el nombre Ark por todo el brazo y lápices metidos, no sé cómo,  dentro de mi yeso. Me arrepiento de haberlo invitado a la casa de mis padres.
No sé si fue un sueño o si fue verdad lo que viví cuando estaba inconsciente, pero hay una cosa que nunca me voy a olvidar y son los días de tristeza y depresión que viví en ese sueño. Ahora esos días son reemplazado por días alegre y divertidos con mis padres, hay miles de cosas que no sabía de ellos y otras miles que voy a descubrir.




“En esos momentos solo recuerdas a tu familia”.



(Mensaje de la escritora: Bueno espero que le haya gustado esta historia, dentro de poco subiré la próxima, gracias por seguir leyendo mis fanfic. Si te gustaron entonces no dudes en escribir tu comentario o puntuar el fanfic )


lunes, 13 de enero de 2014

Mi típico Vaso de Vodka



Primero de octubre de 1998  el gobierno de los Estados Unidos decidió acabar con el brote del virus, esterilizó la zona de Raccoon city con un bombardeo. La operación fue llamada Misión Código XX, la misma  consistió en lanzar tres misiles y bombas desde aviones para luego incinerar  toda la zona, el número de muertes supero más de los 100.000.

Dos días antes, el 29 de septiembre de 1998, la ciudad estaba siendo asesinada por las bioarmas que eran liberadas en los laboratorios de umbrela corporation. Las barricadas de los militares estaban fallando, las personas podían meterse adentro de la ciudad y eso fue lo que hice.  Tome la decisión de entrar a la ciudad para ayudar a las personas, mi destino habrá sido desde el principio entrar a esa infernal ciudad.

La ciudad fue destruida consigo todas personas que conocí, luego de eso el gobierno me dijo que solo tenía una opción, trabajar para ellos, yo acepte… pero nunca pensé en que me estaba metiendo.  Sus tiempos de corrupción recién estaban iniciando, no creí que trabajar te costara la vida, pero así es,  “mata o si no te mataran”. El peor comentario que me hicieron.

Antes de que todo pasara yo era una persona normal que quería ser policía y ahora soy un triste agente que tiene como único objetivo destruir el virus en su totalidad. Regresar a los viejos tiempos  no es una opción. Los años pasan y yo sigo trabajando, me envían los trabajos más peligrosos solo porque pude escapar de una ciudad. Solo fui un sobreviviente que paso sus peores días en Raccoon City. Todos mis compañeros murieron, todas las personas que conocí están muertas, solo pocos sobrevivieron, pero no me sirve de nada si no puedo verlos o hablar con ellos.  Mis recuerdos son vagos, tampoco quiero vivir otra vez de ellos, pero el único recuerdo que me gusta es cuando todavía no era policía, en esos tiempos era un chico joven, todavía era un humano… todavía tenía sueños en mi cabeza. A veces como un tonto me pongo a pensar en un mundo sin el Bioterrorismo, un mundo donde los únicos ladrones sean los políticos, un mundo normal, no pido la paz mundial, pero si un orden, donde los únicos virus sean débiles, y no haya mutación alguna. Mi mundo donde quisiera estar es un lugar seguro, dentro de todo, donde sea jefe de policía o estar cuidando las calles, donde tenga mi pequeño departamento y luego una casa, quisiera tener familia luego de los 26, ja seria hermoso tener  a un hijo.

Odia la cotidianidad, todo es igual que ayer y que anteayer, todo se va a repetir mañana o pasado. Los días cambian solo cuando tengo una misión o quedo en el hospital por algún accidente. Ver las mismas caras que siempre, quedarte callado porque alguien tiene más autoridad que yo, no les importa a cuantas personas salvaste, para ellos la política es todo no el peso de las vidas. Cuido sus traseros para que luego sigan juntando más enemigos, ya no queda nada, quisiera dejarlos morir, pero no quiero llegar al otro lado con una conciencia sucia.  Corrupción, eso solo muestra una parte de este gobierno, el mismo consejero de defensa hizo volar a toda la ciudad de Raccoon City, pero no le basto hacerlo una vez sino que lo repitió otra. Este maldito trabajo me va terminar matando, estoy juntando demasiado odio, pero gracias a Dios que pude matarlo, evite nuevos ataques bioterroristas… ahora el mundo está siendo un lugar seguro, los ataques cesaron… sé cómo todo comenzó.

El comienzo del final, triste destino, triste y amarga soledad, porque tengo que sufrir todo esto de nuevo, ahora yo estaba adentro de la ciudad. Mi íntimo amigo, Adam, sufrió el cruel destino de corrupción. Quería contar los hechos verdaderos que ocurrieron en Raccoon city, pero imagínenselo el presidente de los Estados Unidos confiesa que fueron ellos quienes liberaron el virus por primera vez y no solo eso, fueron los mismo que decidieron el camino más fácil e incinerar toda la zona  para que no quedara rastro alguno del virus. Todo era irónico ja el consejero de seguridad, ja seguridad, mato al presidente con el propio virus que él estaba creando, y hay algo aún más irónico todavía, el mismo murió por la creación de su virus.  Después de esto voy a necesitar mi botella de vodka.

Estoy solo en mi casa recordando los momentos más detestable de mi vida y este es uno de ellos, no solo yo perdí a personas queridas o que intentaba ayudar, Chris Redifel también,  Jake Muller también, Helena Harper también, Sherry perdió a su tutor, lo que mucho no importo. Todos perdimos a alguien… todos sentimos la misma amargura. Dejar a un hombre atrás porque no podes hacer nada, no importa a quien salves las únicas decisiones importantes nunca las vas a tomar, porque nunca les importara tu decisión.  Como me gustaría ver a un político haciendo lo que dice “evitare nuevos ataques bioterroristas” el solo se sienta detrás de su escritorio rezando para que los pocos hombres que envió estén acabando con esos virus. Me gustaría verlos a ellos mismos acabando con los brotes. El gobierno calla infinidades de cosas, pero cuando haces una mal te van  pagar de la peor manera. Me da rabia hablar con estas personas, mirarles las caras y tener que resistirme a no volarle la cabeza a cada uno de ellos, sus ojos llenos de dinero y mujeres, son peores que la escoria. Yo no les temo a los ladrones que andan en las calles que usan ropa de talla grande y sucia, les temo a los ladrones con traje y corbata que hablan tan fluido, y con esa misma fluidez roban todo a su alcance.  El simple hecho de estar al lado de ellos me revuelve el estómago.

Yo no tengo hermanos por lo que no sé cómo se sintió Helena tras ver a su hermana casi muerta y luego mutada, yo desconozco ese sentimiento totalmente. Pero si me tuviera que poner en su lugar creo que no hubiese podido ni siquiera parame. Ahora que lo pienso ella fue tan fuerte como yo, Helena podía abandonar después de la muerte de su hermana, pero no lo hizo, busco al responsable de todo y  cobro venganza. Me acuerdo cuando estábamos peleando con Simmons, él nos había lanzado una parte del techo de un tren y ella no se movió ni un centímetro, se quedó en su posición y le disparo a Simmons, gracias a ella pudimos vencerlo.

Desconozco muchos sentimientos, pero el de la rabia no,  a ese lo conozco muy bien.  
Chris perdió a todos sus hombres y al más especial solo por un maldito virus. Tengo que admitir que el gobierno me entreno bien, y gracias a eso mi meta de sobrevivir y de poder acabar con el virus están siendo logradas. A costa de miles de perdida los Estados Unidos solo gana su posición.

Estoy demasiado cansado para ver como el gobierno tapa toda su mierda.

Creo que será mejor que me calme y deje de tomar, mañana no quiero levantarme con una resaca… pero dejar de pensar en toda la corrupción que hay es imposible, es como hacer de cuenta que no ves a una chica desnuda que esta frente a ti… bueno yo no podría evitar no mirarla. Si definitivamente dejare el vaso de vodka en otro lugar, cosa que no tenga ganas de pararme para beberlo, pero tengo que moverme para dejar el vaso  y… bueno intentare no servirme. Dios siento la resaca que comienza ahora mismo. Dentro de diez minutos me iré a dormir, parezco un viejo hablando a sus nietos de la segunda guerra mundial, ah… que patético soy, solo con mi vaso de vodka esperando conseguir novia y tener un hijo algún día, pero para conseguirlo tengo que luchar.

Mi lucha es contra la corrupción, no puede ser que los niños dejen de serlo y se conviertan en adultos,  es imposible ver a un niño usar armas, bueno era imposible… todo cambia y este gobierno es la excepción. La amarga verdad, las lágrimas caídas por la muerte, como podemos sentirnos seguros si no podemos salir. Traten de explicarme que es la libertad, porque no la siento, estúpidos, eso es lo que son, todos; políticos y ladrones, todos metidos en la misma bolsa. Los odio, crearon un mundo con rejas… al final Albert Wesker no estaba tan equivocado de crear la raza perfecta. Los incrédulos creen que pueden formar alianzas, son una espada de doble  filo, no se dan cuenta y están cortando todo lo que tocan.  Agradezco a dios que soy agente, porque no podría aguantar semejante estupidez en mi cabeza si fuera uno de ellos.

No sé si soy yo o la bebida que me transforma en un hombre agresivo… tratare de calmarme, será mejor que piense en otra cosa. Haber Leon, piensa en… mujeres, okey mujeres. A ninguna le importo, solo salen conmigo por mi cara, solo quieren tener relaciones conmigo, okey ni yo me lo creo. Soy yo quien sale con ellas por su cara, después descubro que tienen esposos o algún novio, una vez me paso que la chica era lesbiana, ¿Qué clase de chico se encuentra una chica así?  Soy el único.
  
Hubo una chica que se llevó mi corazón, Ada… nunca le importe, es muy linda y quise tener una cita, pero se escapó, ella es la única que se divierte jugando conmigo.  No soy bueno con las chicas, nunca lo fui. Ahora recuerdo que una vez Ada tenia rasgada su traje, dios que buena que se veía… esperen ya me fui de tema… será mejor me vaya a dormir ahora o me voy a transformar en un acosador, está bien un último trago y me iré.






                   
Hoy me desperté con un fuerte dolor de cabeza, no recuerdo lo que dije ayer, espero no haber  hablando solo, otra vez.



(mensaje de la escritora: el domingo 19 subo mi próximo fanfic, va a ser de comedia :) Muchas gracias por leer mis historia y califiquen  :D