lunes, 21 de abril de 2014

Traición





(Capitulo 1)



— ¿Entiendes lo que tienes que hacer Leon? — me dijo mi amigo Nick con un tono cansado. Ni siquiera sabía que era lo que hacía en aquel lugar. Me llamó por un trabajo en cubierto que tenía que hacer, no estaba en mis mejores días para llevarlo a cabo, pero acepte de todas formas.

—No, me distraje empieza una vez más. — ver su cara de molesto me encanta ja es divertido verlo con ese humor.

—Leon esta va hacer la última vez. — Asentí con la cabeza— Mira hay una banda de narcotraficantes que va venir, necesitamos que entres y acabes con todos sus planes. En síntesis lo que queremos es descubrir que clase de drogas venden, mira sé que es muy estúpido mandar a un agente del gobierno por esto. Pero si lo que venden es el virus T estaremos en una mala situación. Solo tienes que entrar y ver que venden, si es una droga normal te sacaremos y meteremos a otros agentes de su nivel, pero si no es así te quedas. ¿Ahora entiendes Leon?

— ¿Solo me tengo que meter y fingir que soy su amigo?... fácil— lo dije con un tono soberbio, típico de mí.

—No es tan fácil, necesitas una nueva identidad.

—Puedo ser quien yo quiera, no hay problema.

—Que no, una nueva identidad cuesta más que solo mover un dedo Leon.

—Puf… dame un nuevo documento y lo hago en dos segundos.

— ¡Que no! — se calmó y siguió hablando— mira Leon esto es más que solo una actuación tienes que ganarte su confianza y su respeto.

—Puf… y si mejor dejamos todo así como si nada.

— ¿Leon que te pasa? Antes no eras de esta forma— bueno no me dieron mis vacaciones, por lo que yo no les voy a dar mis ganas de trabajar.

— ¿Cuántos días me va a tardar acabar con esto?

—Calculamos un par de días, necesitamos que seas confiable al 100%. Las personas que están involucradas son tres, los jefes principales. Los tres son lo suficientemente listo para llevar a cabo todo una operación. El jefe de cabecera es Jasón Smith, le sigue su mejor amigo Peter Ferry y por último Robert Ford el último se unió a la banda en el 2011. Jasón Smith es un virólogo muy famoso en el año 1998 de Umbrella Corporation. Era practicante con tan solo 16 años, bueno como sabemos Umbrella quebró y las habilidades de Jasón fueron desperdiciadas, ahora busca el culpable que cerro la corporación. Luego Peter Ferry no sabemos mucho sobre el pero estudio en una pequeña escuela al norte de Florida, se dice que el solo quería el dinero de las ventas. Por último Robert Ford un doctor ilegal que practicaba con virus, lo habíamos encarcelado hace 5 años y quedo libre, ahora busca venganza y practicar con nuevos virus.

—Listo retuve toda la información ¿y ahora?

—Te vamos a preparar y cambiar toda tu apariencia para que puedas entrar sin ningún problema. Además tu identidad y personalidad también cambiaran. Ahora mismo te llamas Matt Gregory, vas a ser un drogadicto que necesita el dinero y toda tu vida fuiste un pobre infeliz. Bueno león dentro de poco van a llegar las chicas que te cambiaran, usaras lentes de contacto celestes, maquillaje para ser más pálido, tu color de pelo cambiara…—

— ¿Qué?— ni loco pensaba cambiarme mi color.

— ¿Cuál es el problema?

—Mi pelo, no pienso teñirme.

—Por favor Leon he visto que hiciste peores cosas cuando estabas borracho. Además si haces este trabajo vas a decidir a qué lugar irte y los días que quieras para tus vacaciones. —pero viéndolo de esta manera cualquiera accedería.

—Solo por esta vez. — Nick se levantó y se fue al cuarto de al lado, creo que lo canse demasiado.

Más tarde vinieron las mujeres que me iban a cambiar, yo estaba en el mismo lugar sentado. Tardaban mucho tiempo para teñirme el pelo y maquillarme, si fuera por mí me pondría una peluca. Era todo muy agotador, ver a las chicas yendo y viniendo con nuevos productos odio esa clase de atención, prefiero coquetear con ellas que ver cómo me cambian. Tengo que aceptar que lo hicieron bastante bien ni yo me reconocí, las largas horas valieron la pena.

Cuando Nick entro a la misma habitación se sobresaltó y se rio como diez minutos, en ese momento lo odie. Encima que acepto este estúpido trabajo se ríe de mí, la próxima vez voy hacer que roge un poco más.



Para no desperdiciar tiempo me fui a dormir, parece que las dos horas que me dormí pasaron rápido, sinceramente lo último que quería ser era un drogadicto y para colmo pelirrojo. Nick me aviso que era hora de partir y nos fuimos por el pasillo central del departamento.

—Leon vas a estar solo en todo el trabajo. Ahora mismo te vamos a llevar a tu nuevo departamento, es en los barrios bajos, ya sabemos la ubicación de los vendedores están a la esquina de tu hogar.

—Espera si saben todo de ellos ¿Por qué no los detienen?

—No es tan fácil como parece Leon por eso mandamos a mejor agente que tenemos, es ahí donde entras vos. Además no tenemos personal disponible.

-¿Personal disponible? Puf… hora de reclutamiento— Nick hizo una mueca, él es el típico nacionalista que está a favor del gobierno, para mí eso no es un problema, pero cuando sus ideales se interponen sí.

Llegamos al estacionamiento, nos subimos en su coche y nos dirigimos hacia mi “hogar” de seguro algo cómodo. Mientras el manejaba yo solo me resignaba a tener un poco de ropa en una maleta y mirar por el vidrio. Los vecindarios eran ricos, obvio cuando recién salíamos del departamento. Luego se tornaron negros, aburridos y violentos, era como entrar a un lugar sin vida, no había color en las calles, veías a las personas durmiendo en el piso. Nunca pensé que Estados Unidos estuviera tan deplorable. Me daba lastima mirar por la ventana. Nick paro el coche y me señaló mi departamento, antes de irse me dijo que necesitaba cuidar mi identidad falsa e ir al bar de la esquina después de las 12 pm, a esa hora vendía la droga. Baje del coche y con mi bolsa de ropa fui hacia el departamento, esto era deplorable. De por sí la puerta principal estaba rota, los vidrios rotos y habían ratas en la vereda. ¿Qué clase de presentación es esta? Ya resignado entre, mi habitación estaba en el tercer piso puerta B, intente abrir el ascensor pero no pude, así que subí por la estrecha escalera. Casi me caigo dos veces por lo sucia que estaba, pensé “Bueno esto es solo para disimular, es obvio que mi departamento va a estar en mejores condiciones”. Entre a mi departamento y era la misma mugre que afuera, creo que actué con una cierta madurez, tome mi teléfono y llame a Nick.

— ¿Qué mierda es esto?

—Lo siento Leon pero estoy muy lejos para irte a buscar.

—Me estás hablando de en serio porque te juro que te voy a matar.

—…No te escucho no hay señal.

—Ja ja decime dónde está mi cuarto esto es una maldita broma.

—…. ¿Leon estas? — Se lo escuchaba con dificultad, había interferencia— Bueno espero que disfrutes y completes el trabajo adiós. — me corto la llamada en ese momento jure que lo iba a matar.

Cerré mi teléfono y le di un vistazo general a todo, yo solo quería irme lo más rápido. Todo sucio, negro, con moscas, parecía que alguien había muerto. Tenía la cocina y el comedor juntos, separado por un sofá, no tenía cable ni teléfono de línea, la poca luz iluminaba el centro de la habitación. Me dirigí al cuarto y vi una cama medianamente normal, lástima que las paredes le quitaba lo normal, solo había una ventana y nada más. El baño estaba al lado de la cama… era horrible, una ducha sucia y miles de cosas más asquerosas, prefería bañarme en el rio que ahí. No sé si es mi actitud de ser siempre organizado y limpio que me revolvía el estómago y me pedía a gritos que abandone ese lugar.

Lo único que me faltaba, estar en un lugar de tercera y con un horrible aspecto, definitivamente voy a matar a Nick. Lo único que quería eran mis vacaciones, aun así no tengo que olvidar mi objetivo. Me quede esperando hasta las doce, no tenía nada que hacer y Nick no respondía ninguna de mis llamadas. Las horas se hacían eternas, mientras tanto estaba recostado en el horrible sillón, no sé por qué pero camine hacia la cocina y decidí abrir la heladera… mi sorpresa fue abrumadora. Había un paquete de droga debajo de una bolsa de carne, el paquete tenía una nota pegada.

“Leon si ellos entran en tu casa deben creer que en verdad sos un drogadicto

P.D: procura tomar una dosis equilibrada”

Esto superaba todo lo de antes, ¡Qué mierda pensó Nick! Claro que no me voy a drogar, esto está afuera de control, ¡Cómo el departamento de policías me da droga! Esto era el colmo más grande, faltaba que vaya a mi cama y encontrada debajo de mi almohada más droga. Y una estúpida nota diciendo “por las dudas que se te haya acabado”.

Luego de gritar todo lo que sentía por Nick me fui hacia el bar, ya eran las doces. Cuando bajaba no podía ver nada, hasta la luz era de tercera. Las calles estaban sucias y solo se podía ver una luz donde estaba el bar, lo demás era pura oscuridad. Me acerque a la ventana y no había nadie, para mí no era extraño así son los lugares que venden productos ilegales. Así que decidí entrar por un callejón que había a un costado, típico camino, era estrecho y lo justo para que una persona entre sin problemas. Al final había una puerta con un letrero que decía “abierto”, bingo había encontrado la verdadera cueva. Yo estaba listo, mi actitud, mi nueva identidad, la forma en la que iba a presentarme, todo estaba listo. Toque la puerta dos veces y escuche murmuros que venían de adentro, una voz se acercó.

— ¿Qué queresa acá? Ándate rápido si no quieres desaparecer— Tenia la vos gruesa y parecía algo nervioso. Los murmuros de adentro se callaron para escuchar mi respuesta.

—Quiero el producto, la merca, el polvo, como lo llamen ustedes. Lo necesito — mi actuación se llevó a cabo, un pobre infeliz que busca droga a la noche. Hable con un tono preocupado y tristes, quería que me creyeran.

—Pasa infeliz— me abrió la puerta y se sentó en una de las sillas de la barra. Este era el verdadero bar, mesas, sillas una barra de bebidas, bueno en este cosa era de droga. Estaban los tres juntos Peter sentado cerca de la mesa de juego, Jasón detrás de la barra y enfrente estaba Robert. Los tres me miraban como un bicho raro. —bueno te vas a quedar ahí o vas pasar y cerrar la puerta. — me movía lamentable y fingía tener sueño. Bueno era mi momento de presentarme había estado practicando esto hace unas horas.

—Mi nombre es…—

— ¿Leon? Espera en verdad sos Leon Kennedy— ¿Pero qué mierda? Mi cara cambio totalmente, eso no iba de acuerdo a los planes. ¿Quién era? ¿Cómo me conocía? Me pasaron miles de preguntas por mi cabeza, pero no podía tardar en responder tenia las miradas de los demás sobre mí.

—Si soy Leon, ¿Quién sos? — en ese momento se acercó Peter y le pude ver la cara completamente… en ese momento no lo podía creer, tenia a mi mejor amigo de la infancia enfrente de mí. —Peter viejo amigo— el me abrazo y yo le correspondí. Toda mi identidad tirada a la basura, mi hora de entrenamiento desperdiciada y lo peor de todo que me hace enojar es que me teñí el pelo por nada… voy a matar a Nick.

— ¿Pero qué haces en un lugar como este? Pensé que no era tu estilo— se rio— juraba que estabas trabajando para los azules o algo así, no sé, se te da mejor ese estilo. Al final terminaste en esta basura como yo. — me sorprendió que se haya acordado de mí y además haber supuesto que trabajaba para los policías, bueno tiene razón. Los otros dos traficantes se acercaron a una mesa y se sentaron. —Pero que malos modales, Leon te invito a sentarte— yo accedí.

—Bueno digamos que una cosa trajo a la otra y cuando quise darme cuanta estaba en este sitio de lugares. — Intentaba actuar más preocupado y desorbitado— mira no puedo hablar mucho… necesito un trabajo y no encuentro ninguno, además tengo que tener la droga.

—Leon amigo no te metas con esta basura vas a terminar muerto. — se limitó a decirme esas palabras, pero no paso mucho tiempo para que Jasón me hablara.

— ¿Cómo sabes de este lugar? — tenía la respuesta memorizada hace horas.

—soy un vagabundo, se dónde conseguir las cosas. — no se quedó satisfecho con la respuesta— ¿Peter confías en este tipo?

—Claro era mi mejor amigo de la infancia, él es tal y como lo vez no oculta nada es de confianza. — en ese momento Robert hizo una mueca de felicidad.

—Haber ustedes mujercitas dejen de hablar y vayamos a tomar, bienvenido Leon este chico— señalo a Peter— me salvo la vida en una ocasión los amigos de él son mis amigos. — se notaba que Jasón estaba molesto, se ve que tenía más afinidad con Robert y le molesto su comentario.

—Puf… lo único que hizo fue matar a un hombre— todos en la mesa nos quedamos callados por la incomodidad del silencio Jason se dio cuenta y trato de cambiar de tema— bueno ¿y vos forastero que más haces?

—En realidad busco trabajo noche y día, en este país de mentiras es muy difícil durar más de un mes en un simple puesto de trabajo.

—Robert necesito hablar con vos a solas— dijo Peter con una cara muy seria distinta a la que había visto en él en años anteriores, esta vez parecía que hablaba en serio.

—Lo lamento chico pero si tienes algo que decir será mejor que tu amigo se vaya, somos un grupo. — había entendido la indirecta así que simplemente me levante y me dirigí hacia la barra, quedaba lejos y no podía escuchar nada por los ruidos de goteras. Ellos se quedaron hablando unos segundos hasta que Jason me llamo y Robert una vez más me invito a sentarme.

—Hey chico tenemos dos noticias una buena y la otra mala ¿Cuál quieres escuchar? — creo que sabía por dónde venía la mano pero no quería precipitarme.





…Fin del Capítulo 1 …

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