sábado, 17 de noviembre de 2012

Reloj : parte 2

(parte 1 : http://yosoyleonscottkennedy.blogspot.com.ar/2012/11/reloj-capitulo-1.html     )


Bueno después de dos horas en mi comodísima silla, sarcasmo, esperando que la niñita del demonio pareciera empecé a notar una leve irritación hacia el  reloj.   El tiempo transcurrió y yo estaba esperando, no se a quien,  por unos minutos sentí una angustia que recorrió todo mi cuerpo, hasta dejarme apunto de llorar. Parecía que nadie iba a ayudarme, bueno a decir verdad tengo pocos amigos y no creo que mis vecinos sepan quien soy. Ellos saben que no vengo a mi casa todos los días, nadie se preocupara por mí.
Mi soledad, mis desamores, mi infancia…todo lo que nunca me importo ahora comenzaba a entristecerme más y más.  Ya me doy por acabado, me quede mirando el piso.  Vi un bicho bolita caminando despacio, se parecía a mí, pero fue una lastima que las hormigas lo mataran, tan lentamente lo mordía era como si quisieran verlo sufrir.
No tengo esperanza, no tengo nada…. ¿si muero alguien llorara por mí?, ¿Quién será el que se preocupe por mi?, ¿será que ya no existo? Quiero ser libre, pero  como… años en el gobierno practicando, estudiando y enseñando formas de escape y ahora no puedo salir de esta maldita silla.

Tic-tac… tic-tac…tic-tac

Cada vez más cerca de la desesperación, poco a poco escapando de mi mismo.  Algo era seguro yo no era quien pensaba ser, ahora tengo miedo no asumo la responsabilidad.   Quiero sentir el sol en mi piel, el viento en mi  pelo y ver a todas las personas que me desagradan una vez más.  Ya era tarde para mi, mejor descanso.
Me desperté y escuche fuertes ruidos viniendo de arriba, es  como si hubiera una pelea, pero  ¿qué será? Un grito desgarrador interrumpió toda idea que tuve, creo que es la jovencita, ¿Qué esta pasando?, yo aquí sin hacer nada. Empecé otra vez  a mover todo mi cuerpo,  también grite desesperado, será mejor que deje de hacer tanto escandalo y comencé a escuchar. Pare por unos minutos y los ruidos se detuvieron, era como si  todos me hubieran escuchado. Sentí temor por unos segundos, pero… algo callo, bueno eso me imagino yo, seguían cayendo pero cada vez mas frecuente.  Un disparo creo haber escuchado un disparo,  los zapatos bajando los miles de escalones, cada vez más rápido. Alguien entro, ¿será la joven? Ya no aguante más… caí rendido.

Dos días después me encontraba en una camilla de hospital. La habitación bastante grande, al lado de una ventana, solo era yo, blanco como la nieve, todo limpio, la televisión prendida, el sol entraba y podía sentir el calor. Me senté en la camilla. Ya todo acabo, que alegría. No sé que paso ni tampoco me interesaba, al fin afuera. Todo lo sentía diferente, la ropa, la luz, la comodidad de una cama. En mi momento de alegría entro mi compañero Jonathan.

Jonathan: Hey Leon, me alegro que este bien, te estuvimos buscando aunque no lo creas pasaste dos semanas encerrado. – no lo podía creer, lo que para mi fueron dos días en realidad eran dos semanas. Creo que notó mi cara de preocupación- no te preocupes ahora estas bien, es mejor que descanses… en verdad nos alegra mucho que estés bien, nadie tenia esperanzas de encontrarte.
Empecé a llorar, en mis propias rodillas con mis manos sobre mis ojos. Mi compañero corrió hacia mí y apoyo su mano sobre mi espalda creyendo que ese gesto lo calmaría todo.  Después de llorar empecé a razonar.

Leon: perdón… gracias por venir por mí- mostré la mejor sonrisa que pude tener en ese momento- pensé que nadie me encontraría- apoye mi cabeza sobre la almohada y mire por la ventana. Todavía mi cara seguía roja por las lágrimas y angustia que pase  todo este tiempo.- ¿cómo me encontraron?- guardo silencio por unos momentos.

Jonathan: en tu ultimo día de prisionero, allanamos la casa y nos empezaron atacar… tu sabes lo que tenemos que hacer si se nos presenta una  situación de este tipo- pensé  “matar “- primero lose tiramos al piso y matamos a todos lo que estaban es la casa, dejamos de disparar y un grito desesperado nos llamo la atención. Bajamos por la escalera y te encontramos a vos en una silla y una niña en un rincón. Te desatamos, pensé que estabas muerto,  no tenías pulso y tuvimos que golpear tu pecho. ¿En verdad que no te acuerdas lo que paso después?

Leon: no, solo me acuerdo de despertarme acá.

Jonathan- bueno Leon tu… te despertaste, vistes a la jovencita y tomaste el arma de un agente y, bueno tu… la mataste.- miró hacia el piso- no tienes  la culpa de nada, hiciste lo que luego hubiéramos hecho nosotros.

Leon: Quiero descansar- me limite a decir estas dos palabras, Jonathan se levanto y se fue, pero antes de irse se despidió.




Solo quiero unos días libres, eso es lo único que pido.







Su admi samira a. barhich <3

No hay comentarios:

Publicar un comentario